Paris: Perdida en la estación del metro

Mi primer viaje sola, lo hice a Europa.

Recuerdo como si fuese ayer, la mezcla de sensaciones que sentía durante ese primer viaje, un sentimiento de alegría por cumplir mi sueño de toda la vida y al mismo tiempo mucho miedo de no saber cómo me iba a sentir tan lejos de casa, en países donde no hablan mi idioma y sin mucha experiencia en viajes.

Todo parecía un sueño, lloré llegando a Madrid, lloré cuando vi el Coliseo Romano y más lloré cuando ví la Torre Eiffel, todo iba perfecto, hasta que tuve que tomar el metro en París.

En la mañana había hecho un tour, en el que la guía nos advirtió que no anduviéramos en el metro pasada la media noche, ya que era muy peligroso. Me fuí con unas personas que conocí en el tour, a ver la Torre de noche, la emoción de estar en Paris, nos hizo olvidar por completo lo que temprano ese día, la guía nos dijo.

Tomamos el último tren de vuelta al hotel y cuando íbamos en camino, me percaté que era la única hospedada en ese hotel, las demás personas estaba en otro, como a 4 paradas del mío.

Como la más valiente, le dije a ellos que no se preocuparan, yo me bajaba 4 paradas después que ellos, buscaba la salida G y en la salida, el hotel tenía un tipo de intercomunicador para comunicarse de la estación al hotel y pedir el shuttle.

Acá es donde la cosa se pone color de hormiga, me bajo en la estación, busco la salida G y recuerdo que iba viendo las letras de las salidas: “acá está la E, ahí está F, y ahí veo la H, pero, y la G?”

Ese momento mi yo interno empieza una conversación conmigo “seguro te pasaste la salida, devuélvete y empieza de nuevo”, le hago caso y empiezo de nuevo: “la E, F y H”, oh oh me estaré volviendo loca? Donde carajos está la G!.

En ese momento me doy cuenta que no hay ni un alma en la estación, ya había pasado más de 40 minutos perdida dentro de la estación del tren en que yo venía era el último y solo estaba yo, o eso era lo que yo pensaba… como por quinta vez, estoy tratando de encontrar mi salida, y de repente empiezo a escuchar gritos y golpes en las paredes, era un hombre completamente ebrio, que venía golpeando y pateando todo lo que tenía en frente.

Naturalmente, mi instinto me dijo “corre y escóndete”, así lo hice, pero para ese momento tenía mi corazón en la mano del susto y comencé a llorar. Ahora estaba perdida, asustada y sola. Empiezo a buscar cualquier salida y tenía que pasar por un lugar de la estación donde habían unos chicos en la salida de la estación escuchando música y bailando.

Decidí preguntarle a una chica del grupo por la salida G y en su poco inglés me dijo ” no se le ocurra salir por acá, estas totalmente al otro lado de donde quieres llegar y acá es muy peligroso, mejor devuélvase”.

Me devolví y en ese momento pedí a Dios me acompañara y ayudara y algo increíble sucedió: en frente de mi, venía un joven muy elegante y apuesto, que me mira y sonriendo mantenemos está conversación:

Él: “estas perdida, a donde quieres llegar”

Yo: “estoy buscando la salida G”

Él: ” mira estas al otro lado completamente”

Yo: “ok como llego”

Él: “En la próxima esquina gira a la derecha, sigue hasta……”

Yo: “muchas gracias”

Él:”tranquila, todo va a salir bien”

perdida en el metro de paris 4

Cuando empiezo a caminar me doy cuenta de algo, en todo momento yo le hablé en español y él en todo momento me respondió en francés. Si me preguntan como fué eso posible, no tengo la menor idea. Lo único que sé es que hice exactamente lo que me dijo y logré salir de la estación y llamar al shuttle del hotel, todo gracias a este ángel que se puso en mi camino.

Ya de vuelta en el hotel, empecé a llorar del susto y a sonreír pensando “si mamá supiera todo lo que me pasó, me mata”.

Los viajes tienen anécdotas divertidas y otras no tanto, pero lo más importante es aprender de cada una de las experiencias y tomar las previsiones del caso para no pasar un trago amargo, prestar atención a los detalles (como a donde estaba la salida G), y estar más alerta de lo normal. Probablemente yo pasé por mi salida muchas veces, pero los nervios no me dejaban pensar claramente, así que ante una situación de tensión, hay que detenerse y pensar.

También es importante revisar previamente si los lugares por donde vamos a andar son peligrosos o no, especialmente si se viaja solo. Y definitivamente, revisa previamente las rutas, líneas de metro disponible y paradas de las estaciones de trenes, especialmente si estás en un lugar donde no hablas el idioma.

Muchas gracias por leer este artículo y te pregunto, te ha pasado algo así alguna vez?

Saludos y hasta la próxima anécdota!!

Author: Jaina Quintero

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